BAQ 2014 |
CATEGORÍA DISEÑO URBANO Y ARQUITECTURA DEL PAISAJE |
GUATEMALA |
URBANÍSTICA – TALLER DEL ESPACIO PÚBLICO, MUNICIPALIDAD DE GUATEMALA |
La Nueva Guatemala de la Asunción se traslada al Valle de la Ermita en el año 1776 desde Santiago de los Caballeros (hoy Antigua Guatemala) a raíz los terremotos de Santa Marta de1773 y por orden de la CoronaEspañola.
La traza urbana de la Nueva Guatemala de la Asunción se planifica bajo los preceptos de las ordenanzas de Felipe II de 1573 o Leyes de Indias y es realizada por el Ingeniero Militar del Reino, Luis Diez de Navarro. El diseño es revisado por el Arquitecto Mayor del Rey, Francisco Sabatini y firmado por Marcos Ibáñez en 1778. La traza en forma de retícula parte de una plaza central donde se cruzan dos calles principales, la Calle Real en el sentido norte-sur y la Calle de Mercaderes en el sentido oriente-poniente a la manera en que se trazaban los asentamientos romanos a partir del cardo y decumano. Estas dos calles principales dividen la traza en cuatro cuarteles, cada uno con una plaza central y manzanas cuadradas para instituciones, comercios y vivienda. El plano original está constituido por aproximadamente 300 manzanas.
La Calle de Mercaderes (hoy Octava Calle) era paso obligado de viajeros y comerciantes que entraban del Pacífico para luego conectar con el Camino Real del Golfo que conducía hacia el Atlántico. En el centro de la ciudad los antiguos comerciantes pasaban por la Calle Real (hoy Paseo la Sexta) y el Portal del Comercio para seguir su camino por la Calle de Mercaderes la cual albergaba en su recorrido comercios, pensiones y restaurantes.
Fue en 1947 que la Municipalidad de Guatemala implementó una nueva nomenclatura que cambió su nombre a Octava Calle.
A raíz de la migración de residentes hacia la periferia en la década de1950-60 y con el terremoto de 1976, la ciudad sufre deterioro en el espacio público y en edificios patrimoniales y desplazamiento de peatones causado por incremento de flujos de que ingresan y salen diariamente, ocupación de comercio ambulante, contaminación ambiental y privilegio al automóvil y transferencias espontáneas de transporte público.
La revitalización de la Octava Calle se enmarca en el proyecto urbano estratégico de Puesta en Valor de la Plaza Mayor de la Constitución y del Núcleo Central que forma parte de una política municipal de recuperación del espacio público y revaloriza el conjunto patrimonial, consolidando su carácte simbólico y promoviendo usos mixtos.
La última fase de la Octava Calle propone un espacio peatonal al pie de la fachada sur de la Catedral y del Atrio del Sagrario. Las ventas informales que ocupaban la calle fueron reubicadas a través del programa municipal de Modernización de Comercio Popular.
El diseño contempla una superficie de piedra que da continuidad a las fases anteriores y mejora las condiciones peatonales del entorno. Al centro se desarrolla una franja con bancas que propician el encuentro ciudadano, árboles que proveen sombra a los transeúntes e iluminación que refuerza la seguridad del área y estimula el uso del espacio público.