BAQ 2018 |
CATEGORÍA HÁBITAT SOCIAL Y DESARROLLO |
COLOMBIA |
AUTORES: DARP De Arquitectura y Paisaje: Jaime Eduardo Cabal, Jorge Emilio Buitrago, Teresa Tognetti, Carlos Andrés Palacio. Fpt: Sergio Gómez. |
El proyecto está ubicado en San Pedro de Urabá, municipio que pertenece a una subregión al noroccidente del departamento de Antioquia y que se encuentra a unos 425 kilómetros de Medellín, capital del departamento, una región marcada por violentos conflictos, relacionados inicialmente con la explotación ilegal de sus recursos y posteriormente por la formación de grupos armados ilegales que desataron distintas olas de violencia que ha dejado miles de víctimas.
El proyecto hace parte del ambicioso programa de la Gobernación de Antioquia, que buscaba diseñar y construir una red de 80 Parques Educativos en diferentes municipios del departamento, que permitieran a estas poblaciones vulnerables, contar con infraestructuras educativas de primera calidad.
El nombre del proyecto fue elegido por la misma comunidad, representa las necesidades sociales que marcan la historia de su población. Bajo esta misma premisa, el edificio busca que el VACÍO y la SOMBRA se conviertan en sitios para el encuentro y discusión de todos los ciudadanos. Lugares que sin necesidad de un programa predeterminado, propicien distintas actividades y permitan diferentes formas de aprovechamiento por parte de la comunidad.
La estructura espacial del proyecto se organiza a partir de dos elementos, el PATIO como espacio vacío, que hace referencia a la naturaleza, el cual funciona como espacio central que relaciona toda la edificación y el UMBRAL, como espacio de sombra, antesala y acceso. Ambos elementos propios de la arquitectura tradicional de la zona.
El proyecto se emplaza en una morfología urbana fragmentada y discontinua propia de la periferia, donde lo NATURAL y lo CONSTRUIDO se encuentra particularmente mezclado, evidenciando un paisaje que se constituye a partir de condiciones culturales.
El carácter público del edificio hace que su relación con la calle sea de especial importancia, el parque educativo busca integrarse con el espacio público circundante, convirtiéndose en extensión de la misma, un lugar que contribuya no solo a la formación académica, sino también social y cultural.