BAQ 2014 |
CATEGORÍA DISEÑO ARQUITECTÓNICO |
PRIMERA MENCIÓN INTERNACIONAL |
COLOMBIA |
ARQ. FARHID MAYA / ARQ. LUCAS SERNA / ARQ. MAURICIO VALENCIA / ARQ. DIANA HERRERA DUQUE |
Vigía del Fuerte es un pequeño municipio colombiano ubicado en medio de la selva húmeda tropical, con fuertes problemáticas climáticas, económicas, de accesibilidad y orden público, por esto desde la gobernación de Antioquia, Colombia, se decide invertir en este territorio, en una intervención que por las condiciones del lugar esta obligada a desmontar esquemas predispuestos y a operar de una forma única.
Vigía está delimitado por la selva y el rio Atrato, el cual en época de lluvias abandona su cauce inundando año tras año al municipio (el nivel máximo de inundación que registra la población es 1.6 m), esto ha llevado a los pobladores a construir sus casas de forma palafítica, elevando sus hogares y andenes un metro sobre el nivel del suelo para disminuir el impacto de las crecidas del rio en sus hogares, definiendo así con esta operación la arquitectura tradicional del municipio, en conjunto con otros elementos con los que acondicionan los edificios a su entorno: fachadas que permiten la circulación del viento, cubiertas de elevadas pendientes y grandes aleros, etc.
El parque educativo retoma estos elementos típicos, reinterpretándolos y potenciándolos. Es un proyecto que se formaliza a través de la suma de dos de las casas típicas de Vigía del Fuerte dispuestas una al lado de la otra, y que se elevan 2.5 metros del suelo. Las fachadas del parque son celosías que permiten el cruce continuo de vientos manteniendo frescos los espacios interiores. Las cubiertas permiten recolectar y tratar el agua lluvia para garantizar el consumo interno, grandes aleros protegen los espacios de la lluvia y del sol. Los materiales seleccionados son de mínimo mantenimiento, cerramientos en madera inmunizada, losa y palafitos en concreto pulido tratados para soportar las continuas inundaciones, estructura superior en acero corten que soporta sin deteriorarse las exigentes condiciones climáticas del municipio.
Las dos casas que conforman el edificio se desplazan ligeramente en planta, marcando con este movimiento los accesos del parque educativo. En el costado oriental, orientado hacia el Atrato, está una gran rampa, a la vez acceso y gradería hacia “La plaza de sombras”, la cual es parte integral del proyecto y en la que conviven el esparcimiento pasivo bajo grandes pérgolas con espacios deportivos. En el costado occidental una pequeña gradería desciende hasta el nivel de las calles elevadas del municipio en un acceso más doméstico. El centro de las dos casas se vacía para generar el “patio del sabedor”[1], un espacio público cubierto, que protege tanto de las lluvias como del fuerte sol y que es una sola cubierta bajo la cual pueden estar juntos todos los habitantes de Vigía del Fuerte. La “plaza de sombras” y el patio del sabedor serán las primeras plazas con las que contara el municipio, la primera a cielo abierto y la segunda bajo techo, lugares de encuentro y discusión de la comunidad.
[1] El “Sabedor” es un personaje tradicional en Vigía del Fuerte, usualmente alguien de mayor edad y gran experiencia que guarda el conocimiento y aconseja la comunidad.