BAQ2018 |
CATEGORÍA DISEÑO URBANO Y ARQUITECTURA DEL PAISAJE |
SELECCIONADO NACIONAL BAQ2018 |
ECUADOR |
GUSTAVO GONZÁLEZ |
El Parque Las Vegas está ubicado sobre la margen derecha del Río Portoviejo, en el corazón del Distrito Central de la ciudad. Sus dimensiones (aproximadamente 10,7 ha) y ubicación lo han convertido rápidamente en un escenario de la vida pública, un punto de encuentro y de celebración cultural. Su construcción ocurrió en un momento de transición, después del devastador terremoto que asoló esta ciudad en Abril de 2016. Es un símbolo del renacimiento optimista que experimenta Portoviejo. Formará parte de un sistema interconectado de parques y reservas naturales identificados en el Plan Maestro del Corredor del Río. Tiene buen acceso peatonal, ciclista, y vehicular, que se potenciará con el circuito de senderos planeado en el corredor.
Enfoque del diseño
Trabajando con la naturaleza: El sitio había sido intervenido sucesivamente con rellenos, estrangulando la sección del cauce del río y agudizando el riesgo de inundación en esta zona de la ciudad. Se optó por retirar los rellenos, recreando una generosa playa, que permita a la gente aproximarse con seguridad hasta el agua. Parte de los materiales de relleno fueron utilizados para crear una colina artificial donde ahora se desarrolla el graderío del Teatro abierto.
Una depresión de aproximadamente 6.000 m2, que corresponde a un antiguo meandro abandonado, fue incorporada como humedal, recreando la vida riparia. Tan pronto fue rehabilitado, una variedad de especies de insectos, anfibios, reptiles, y aves llegó a instalarse. El humedal funciona también como cuenca de retención absorbiendo la escorrentía de superficies duras.
Cubriendo grandes espacios del parque, plazas y otros espacios abiertos, se ha plantado una floresta de especies nativas y otras tropicales, que en pocos años cambiará la experiencia sensorial en el parque, incluyendo el microclima, la forma y el color, los sonidos y los aromas.
Transición de formas que apoyan la función: Desde el tumulto de la actividad urbana hasta la calma de las orillas del río.
La plaza es el ingreso desde el centro de la ciudad, un espacio dispuesto para el encuentro social, capaz de sostener las grandes convocatorias, frecuentes en una ciudad festiva. Los pisos duros pronto tendrán un gran dosel de Huachapeli, árboles nativos de gran envergadura, que modulen la escala de la plaza y moderen el microclima.
Limitando la plaza, una colina artificial forestada de 10 metros de elevación y 8.000 encierra, como una sorpresa, el corazón del parque: un Teatro abierto para 2,000 espectadores. Su cima conecta visualmente el gran entorno: valle y colinas, bosque de ceibos, y una escala urbana humana.
La aproximación al río transcurre atravesando terrazas verdes confinadas por grandes escalones de hormigón, un paisaje tolerante a las inundaciones que vendrán.