BAQ2018 |
CATEGORÍA DISEÑO URBANO Y ARQUITECTURA DEL PAISAJE |
SEGUNO PREMIO INTERNACIONAL BAQ2018 |
MÉXICO |
GAETA SPRINGALL ARQUITECTOS / JULIO GAETA, LUBY SPRINGALL |
PARQUE LINEAL FERROCARRIL DE CUERNAVACA
Este proyecto es el resultado del concurso internacional de ideas que el gobierno de la Ciudad de México convocó en agosto de 2016. Este proyecto pertenece a la primera fase de 1.3 km ya está construida y que abarca el tramo de Av. Río San Joaquín a Marina Nacional, en la Ciudad de México.
El parque está ubicado en el corredor del Ferrocarril de Cuernavaca construido en 1898 que comunicaría la Ciudad de México con el puerto de Acapulco.
En nuestra propuesta de concurso decíamos:
“No queremos generar un proyecto acabado, intentamos generar una dirección proyectual desde una visión abierta, a partir de la socialización y participación de la gente para que pueda construirse un proceso y un proyecto a mediano y largo plazo”.
Nuestra propuesta:
Generar un BOSQUE URBANO ACTIVO de 4.5 km de longitud y 130,000m2 que atraviesa 22 colonias y construye ciudad; un espacio democrático, activo, programatizado, incluyente, sustentable y conector. Un espacio que contribuya al espíritu de comunidad y que pueda sumar en el sentimiento de apropiación del espacio público por la gente.
El principal objetivo es la creación de un LUGAR que:
- fortalezca la identidad y la memoria
- sostenible y con elevada calidad ambiental
- que contribuya al sistema mayor que es la ciudad
- que se proyecte en el tiempo
- que sea de bajo mantenimiento
Todos estos principios para lograr la visión de paisaje–urbanismo en el que el parque construya ciudad, que ligue e integre a los distintos sectores sociales y que aborde infraestructura, manejo del agua, biodiversidad con la actividad humana.
Para conseguir nuestro objetivo construimos el proyecto bajo 5 premisas:
- La participación activa de vecinos y ciudadanos
- La construcción de programas activadores del espacio público
- El verde como elemento omnipresente
- La celebración del agua
- Una línea roja – un gesto
Nos posicionamos en las antípodas de lo embellecedor: sofisticadas bancas, pavimentos sobre diseñados, espejos de agua caros no forman parte de la narrativa de nuestro parque; el presupuesto y el contexto nos determinaron a una postura proyectual intencionalmente austera y sobria.
En cuanto a la vegetación se optó por especies endémicas, descartando aquella que implicara un alto o especial mantenimiento; árboles jóvenes y de mediano porte, individuos que crecerán conforme pase el tiempo, que se harán del lugar con el tiempo.
Además de la continua socialización del proyecto con vecinos, fue necesaria una intensa negociación con actores públicos y privados encargados de mantener infraestructuras y ductos de electricidad, gas, agua y petróleo, que limitaron y complicaron el proyecto y su construcción. Fue imprescindible una permanente gestión y un proyecto con convicción pero también con ciertas dosis de movimiento y flexibilidad.
Después de 10 meses de apertura el parque es un éxito ya que se recuperó y transformó un área residual peligrosa en un parque en donde todas las personas tienen un lugar. Se sembraron más de 250 árboles y miles de m2 de cubresuelos.
La gente está contenta y un sentimiento de orgullo y pertenencia se está construyendo día con día.