BAQ 2020
PREMIO PANAMERICANO | INTERVENCIÓN EN ESPACIO PÚBLICO Y/O COLECTIVO
URUGUAY
Autor/es: INTENDENCIA DE MONTEVIDEO – DEPARTAMENTO DE DESARROLLO URBANO – DIVISIÓN ESPACIOS PÚBLICOS Y EDIFICACIONES
PROGRAMA CIUDAD VIEJA A ESCALA HUMANA – DEPARTAMENTO DE DESARROLLO SOCIAL – SECRETARÍA DE LA DIVERSIDAD
Las obras de reforma de la Plaza se realizaron en el marco del Programa Ciudad Vieja a escala humana que lleva adelante la Intendencia de Montevideo, buscando fortalecer las áreas de uso peatonal y recuperar el espacio público del barrio que vio nacer a la ciudad. El Programa se desarrolla desde el año 2015 y hoy la Ciudad Vieja es más caminable, es más accesible, está más iluminada y sus espacios públicos se están recuperando. Este es el marco en el que se inscribe la reforma y la recuperación del espacio.
La Plaza, hoy reformada, se creó en el año 2005, ubicando a Montevideo como cuarta ciudad en el mundo y primera en Latinoamérica en contar con una Plaza dedicada a la diversidad sexual. «Honrar la diversidad es honrar la vida. Montevideo por el respeto a todo género de identidad y orientación sexual. Año 2005», es lo que se lee en la placa colocada en dicho año.
El proyecto del espacio público fue producto del rico intercambio mantenido con los diferentes colectivos LGBTIQ+ y puede sintetizarse en tres estrategias:
1- Más única
La Plaza se ubica en un solar particular al interior de una manzana.
El proyecto apuesta así a tres tácticas para potenciarlo: evidencia sin inocencia la metáfora del triángulo que ha movido a los colectivos que promovieron la Plaza, tomándolo como la pauta geométrica de un nuevo suelo; genera una topografía inclinada capaz de funcionar como soporte para la estancia, la contemplación y la convivencia; emplea madera de alta resistencia a fin de obtener una alfombra tan cómoda, flexible y única, como ajena al magma de vidrio y cemento de la ciudad cercana.
2- Más cerca
El proyecto recurre a tres acciones físicas: cambia y unifica la pavimentación desde la peatonal Sarandí y la calle Bartolomé Mitre, integrando este nuevo suelo a la Plaza; iguala la altimetría entre el Pasaje y la Plaza de manera de que todos los paseantes lleguen sin sobresaltos al corazón de la manzana; mejora el nivel de iluminación, a fin de generar un pulmón de luz que invite a la coincidencia, a la permanencia y a la integración.
3- Más diversa
El perímetro, componente fundamental que define una plaza, resulta aquí de medianeras opacas y fachadas históricas con plantas bajas que cruzan los padrones y que dejan intuir el tiempo rápido de la calle.
El proyecto alienta a la generación de tres dinámicas: la de las prácticas de muralismo sobre los grandes muros, un modo de contar siempre con un recinto nuevo para el caminante ocasional; la del momento del recuerdo con la reubicación del actual monolito y su placa, la generación de un muro de fotografías cambiantes y la colocación de un mástil que permita celebrar inesperadamente con los siete colores del arcoíris; la de la reactivación de las plantas bajas y de las fachadas de las edificaciones con frente a la Plaza, buscando promover un lugar más dinámico, más inclusivo y más diverso.