BAQ2020
PREMIO NACIONAL | INTERVENCIÓN EN ESPACIO PÚBLICO Y/O COLECTIVO
ECUADOR
Autor/es: Estudio de arquitectura
Arq. Juan Xavier Chávez, Arq. Denisse Rumbea, Arq. Letty Alcívar, Arq. Sergio Jaramillo, Arq. Lilett Ricaurte, Arq. Gabriel Molineros, Arq. Ana Cristina Del Pozo.
En este proyecto nuestra propuesta urbana fue resaltar al protagonista del sector, el Estero Salado y el majestuoso manglar que lo bordea, bajo este lineamiento orgánico nace la forma del malecón, conservando el paisajismo, permitiendo al usuario recorrer estos maravillosos espacios verdes y volver a descubrir el Estero Salado, un lujo de brazo de mar con mareas que posee Guayaquil.
Se priorizó el acceso de personas tomando en cuenta 3 ingresos importantes existentes: la circulación peatonal del puente de Zigzag, el malecón de la Universidad de Guayaquil y el Puente de Las Mareas con su Arco Diagonal como marco del ingreso a Urdesa (Urbanización del Salado) el cual desarrollamos con anterioridad. La circulación es totalmente pública y permite el acceso libre a cualquier hora del día.
El concepto del proyecto es una plataforma flotante con contenedores / módulos de locales pequeños (XX) en planta baja y alta que atrae al público del sector, principalmente de las universidades (U. de Guayaquil, U. Laica Vicente Rocafuerte y U. Católica de Santiago de Guayaquil), de distintos sitios de la urbe y al turismo en general, invitándolos a quedarse y mirar este pulmón importante de la ciudad. Una enorme plataforma que flota sobre muros artísticos, esculturas y pinturas permite a los usuarios apreciar el estero por encima del manglar con dos contenedores tipo mirador y una terraza balcón a todo lo largo, mientras que en planta baja se puede apreciar la naturaleza (flora y fauna) y acercamiento de las aguas a distintas horas según la marea del Estero.
La arquitectura utilizada es tipo industrial evocando uno de los principales sustentos económicos y comerciales de nuestra ciudad con sus puertos marítimos, para destacar aún más la vegetación existente y que a su vez envuelva/devore todo el proyecto. Mimetizándonos a las formas existentes en el sector tomamos las aristas del puente de Zigzag y lo elevamos a la cubierta creando tensión con sus puntas con la línea orgánica del estero y manglar, llevando la mirada de los usuarios hacia su orilla, sus aperturas permitirán que se intersecten con las copas de los árboles y las abracen. Con una altura considerable que permita también una adecuada circulación de aire fresco a toda hora.
Se dispusieron 42 parqueos en un espacio seguro y cubierto sin tocar la vegetación existente, lo cual fue un reto en este reducido espacio. Las bancas están dispuestas para que los usuarios vean hacia el manglar bajo la sombra de los árboles, las cuales nacen del piso, están ancladas a los árboles y diseñadas además con calados para estacionar bicicletas. Se proyectó un amplio jardín con césped natural con juegos infantiles y una batería de baños para el público. El objetivo del proyecto es que se convierta en un lienzo, pueda ser pintada en cualquier pared o contenedor, que los usuarios puedan manifestar/expresar su arte en todos lados, que sientan el espacio como propio, que la poesía sensorial cambie y permita una mayor integración entre el hombre y la naturaleza.