PREMIO PANAMERICANO | EQUIPAMIENTO
Autor/es:
UNAM, Facultad de Arquitectura / SEDATU – Programa de Mejoramiento Urbano 2019
El polideportivo se emplaza en la periferia norponiente de Ciudad Juárez concebido como respuesta a las necesidades culturales y deportivas de la zona. Nace de estructuras preexistentes, conformadas principalmente de terracerías improvisadas como canchas de futbol soccer, futbol rápido y una plancha de concreto para básquetbol.
El territorio del proyecto se extiende en una superficie de 1.47ha y cuenta con un programa arquitectónico que se concibe como una adición a lo existente para proveer la infraestructura necesaria para la recreación deportiva. Se destaca una cancha de futbol soccer de terracería que originalmente tenía orientación oriente-poniente (no recomendable por la incidencia solar), por lo que se reconfiguró para generar dos canchas de futbol siete con la orientación correcta norte-sur; sin embargo, por el arraigo del espacio y a petición de los usuarios, la cancha también puede utilizarse en su forma original convirtiéndose en un espacio multi-formato sobre una nueva superficie de pasto. Existen también la cancha de futbol rápido y la cancha de uso polivalente (futbol, voleibol, básquetbol), ambas dentro de un muro-cubierta que protege a los usuarios del sol y de las tardes calurosas.
Ciudad Juárez se localiza en el desierto de Chihuahua, siendo menester del diseño dar respuesta al clima variante y extremoso por lo que una cubierta lineal fue concebida como eje rector del proyecto la cual se transforma en el distribuidor lineal y conexión de los espacios mencionados, además de albergar un cuerpo destinando espacios para practicar box, taekwondo, zumba y gimnasio.
Este eje principal replica la fuerza arquitectónica visual de la traza urbana colindante, al proyectarse el eje de la calle Loreto hacia el norte seccionando el predio de manera transversal con un triángulo anguloso. Esta acción compositiva busca la integración con el contexto urbano y su apropiación cultural.
En este orden de ideas los materiales empleados intentan rescatar la esencia del color de la ciudad, siendo éste un juego monocromático de colores tierra y ocres. Utilizando tabiques de cerámica porcelanizada, que es un material aparente y de bajo mantenimiento, combinados con la versatilidad de la estructura metálica y cubiertas ligeras, se crea una piel que recibe a los usuarios y los conduce a través del conjunto. Los pisos son principalmente de concreto pulido, de uso rudo, económicos y de fácil conservación. Se recuperaron andadores existentes, creando un rondín perimetral y continuo que permite el ejercicio de carrera, caminata o paseo, generando un recorrido lleno de encuentros que, aprovechando el cambio de la topografía, las vistas a la ciudad poniente eventualmente concluyen en una puesta de sol en la frontera.
Este proyecto es una oportunidad de contrarrestar las expresiones no deseadas de violencia e inseguridad que se han transformado en un prejuicio para la ciudad. Un esfuerzo de comenzar a construir ciudad desde la periferia, con base en la reproducción y enaltecimiento de las principales prácticas del deporte y del juego, consolidando la cultura y reforzando la identidad resiliente del juarense, en un espacio humano integrado con su entorno.
