BAQ 2014 |
CATEGORIA DISEÑO URBANO Y ARQUITECTURA DEL PAISAJE |
BRASIL |
MAURO MUNHOZ, JULIANA ANTUNES, ANTONIA MOSCOSO, FERNANDA NEIVA, FERNANDA PALMIERI, GIL MELLO, MARINA CANHADAS, GABRIEL GARCÍA, JOAO CASSARO JÚNIOR |
Espacio para encuentros y desencuentros, de paso y permanencia. Descansar y charlar, intercambiar miradas y elogios. Sueños y proyectos futuros. Son múltiples y diversos usos de una plaza. Pero, para que todo esto suceda, es necesario, en primer lugar, que la población se apropie del espacio, haciendo de él un lugar de convivencia. Algo que no sucedió en la plaza de Oliveira Penteado en el distrito de Butantan de Sao Paulo.
Y no es difícil entender por qué. Apoyándose en las carreteras de alto tráfico, junto al río Pinheiros marginal, una de las salidas del puente Eusébio Matoso, Oliveira Penteado era la plaza sólo de nombre: en la práctica era un espacio residual del sistema vial del entorno, inhóspito y poco atractivo . Situado en zona de reciente remodelación con poca infraestructura, que fue utilizado por la población sólo como zona de paso.
La llegada de nuevas empresas – y sus empleados – la región ofrecía al mismo tiempo una oportunidad y un desafío: cambiar ese escenario, estimulando nuevas y diferentes usos, capaces de catalizar la transformación de la plaza en una zona de permanencia y convivencia. Asequible, agradable y arbolado.
El proyecto, que fue posible a través de una asociación público-privada, creó un área de convivencia con bancos y espejo de agua, además de un talud que ayuda a proteger a los usuarios de todo el tráfico pesado del entorno. Con la reforma, el sitio ha ganado más áreas verdes y permeables. Hoy en día es muy frecuentada por el público que trabaja en el entorno y también por personas de otras partes de la ciudad, atraídos por eventos culturales y de ocio mantenidos allí. Siendo una verdadera plaza.
La segunda etapa del proyecto, sin embargo, no se ha ejecutado, prevé la creación de una pasarela peatonal que conectará la plaza al otro lado del río, facilitando el acceso al transporte público y la ciclovía existente.
Sao Paulo, al igual que muchas ciudades brasileñas, carece de espacios públicos de calidad. Esta experiencia muestra cómo es posible articular negocios, el gobierno y la sociedad civil para desarrollar proyectos de estructura urbana capaces de transformar el territorio.