BAQ2018 |
CATEGORÍA DISEÑO URBANO Y ARQUITECTURA DEL PAISAJE. |
MÉXICO |
AUTORES: Carranza y Ruiz Arquitectura: Magali Ruiz March. |
La comunidad como inspiración
Pueblo Serena se concibió bajo las bases fundamentales del respeto a los valores y el derecho de los ciudadanos de regresar al espacio público que durante muchos años se ha perdido por diversas causas y una feroz ambición por buscar el éxito económico en los desarrollos inmobiliarios.
Como actores en el desarrollo urbano, tenemos la responsabilidad de ver cada metro cuadrado de espacio en las ciudades como una oportunidad para no solo edificar proyectos económicamente rentables, sino para también mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
Hace diez años se adquirió el terreno que hoy ocupa Pueblo Serena, con la idea de construir un proyecto cuya misión fuera el cuidado de las personas y el compromiso con el bien común construyendo un espacio público para el fortalecimiento de los valores familiares.
Tomó protagonismo la innovación y la creatividad para diseñar y construir un lugar que se convirtiera en una aportación para la comunidad. Un espacio que toma la naturaleza y arquitectura como identidad y la convivencia como principal ancla del desarrollo. Por ello que se decidió contar en el corazón de Pueblo Serena, con una iglesia, institución que ha sido a lo largo de la historia de México, factor clave en el fomento comunitario y familiar de nuestra sociedad.
El diseño de Pueblo Serena no giró alrededor de modelos financieros para maximizar la rentabilidad económica, sino de la convicción de generar espacios que promovieran la hospitalidad, el respeto y la inclusión como principal motor del éxito económico.
Se buscó desde sus inicios, que Pueblo Serena impactara por su compromiso con la calidad, mediante un proyecto que le ofreciera al huésped instalaciones y servicios que superan sus expectativas y lograran que las visitas se convirtieran en experiencias inolvidables.
Se convocó a los mejores talentos de la arquitectura y del paisajismo para que compartieran la convicción de romper paradigmas y apostarle a un nuevo concepto cuyo éxito aún no había sido probado.
Requirió de una filosofía de trabajo que ve en la inconformidad, el origen del progreso y en la pasión, el método de alcanzar la excelencia, basada en la convicción de que si se conoce el porqué, se conoce el por dónde.
Sin esa filosofía, Pueblo Serena no existiría. Sería solo una colección de comercios, sin lograr ser un espacio que toma la comunidad como inspiración.
El proyecto de Pueblo Serena, que algún día comenzó como una idea, se ha convertido hoy en una realidad gracias al apoyo y dedicación de todo el equipo de trabajo que hizo posible su diseño, construcción y operación.
Hoy más que nunca, la ciudad y la comunidad requieren de generosidad.