BAQ 2016 |
CATEGORÍA HÁBITAT SOCIAL Y DESARROLLO |
PORTUGAL |
PAULO TORMENTA PINTO |
El Lagartero es uno de los últimos barrios de vivienda social construidos antes de la Revolución Portuguesa de 1974. Al igual que otros proyectos realizados en ese período, este conjunto corresponde a una matriz de intervención seguida por el municipio de Oporto, basada en edificios de tipología izquierda / derecha, 4 pisos, apoyados por equipos sociales básicos, tales como la escuela primaria y el recinto deportivo. Este modelo precede al mítico programa SAAL, que revelaría al mundo las primeras obras de Álvaro Siza Vieira, especialmente en Bouça y San Vítor, publicadas en las páginas de la revista L’Architecture d’Aujourd’hui, en 1976.
El Barrio Lagartero se ubica en la zona oriental de la ciudad de Oporto, en las cercanías del Municipio de Gondomar. Su construcción fue realizada en dos fases, una de ellas en 1973 y la otra en 1976. En la época el acceso al centro de la ciudad era ampliamente dificultado debido al impacto geomorfológico del Valle de la Campaña. Hoy, casi 50 años pasados desde su construcción, el estigma de la periferia a la que estaba vetado el barrio fue en parte superado, debido a las conexiones por carretera al centro de la ciudad que entretanto se realizaron. El puente del Freixo y estadio del Dragón, fueron piezas decisivas para la articulación del Barrio con la ciudad. En este contexto, en 2008, se inició un proceso de rehabilitación del Espacio Público del Lagartero, extendiéndose a la intervención en el edificado.
El proyecto que se presenta corresponde a la rehabilitación de una parte de los edificios del Barrio, en particular de los bloques 10 a 13, en un total de 24 edificios. La intervención se centró en las áreas comunes, en particular en la recuperación de fachadas, elementos prefabricados y de ladrillo cerámico; cierre de las cajas de escalera; sustitución de marcos; introducción de extensiones; sustitución de cubiertas; e introducción de nuevas redes de infraestructuras colectivas para agua, electricidad, gas y telecomunicaciones.
Los edificios disponen ahora de una mejor calidad térmica y material, presentando una expresión renovada y humanizada, caracterizada por las superficies blancas de los elementos prefabricados, en contrapunto con paños de ladrillo y con los golpes negros.