BAQ 2010 |
CATEGORÍA REHABILITACIÓN Y RECICLAJE |
ARGENTINA |
MARIANO FARACI, PEDRO RAPALLO, CRISTIAN NANZER, CECILIA MACCIONI, IVAN CASTAÑEDA |
La Universidad Nacional de Córdoba, la mas antigua de Argentina y una de las primeras del continente americano es para la ciudad una pieza esencial en su dinámica económica y social. El Pabellón Argentina, un edificio emblemático de la Universidad construído en la década del ´50 durante la presidencia de Perón es sede del rectorado y algunas secretarías.
Este patio, concebido como patio central, en el proyecto original del Pabellón Argentina, sirvió como espacio exterior de expansión directa de las actividades que en él se desarrollaban, incluso como acceso al comedor universitario, hasta que con el régimen de facto de la última dictadura fue clausurado, al igual que el hall central y el propio comedor.
En ese período, en pos de la anulación del espacio público universitario, la clausura tuvo su materialización en la eliminación de la relación espacial entre el hall central, el patio y el comedor mediante la disposición “práctica” de dos usos que se postergaron en el tiempo: la hemeroteca de Ciencias Químicas entre el hall y el patio, y el aula de odontología entre el patio y el comedor, invadiendo el antiguo hall de acceso a este último.
Con el regreso de la democracia, durante el Rectorado del Arq. Luís Rebora se produce el primer intento de recuperación, refaccionando el patio con la construcción de un nuevo solado y la implantación de ocho palmeras, de donde el patio toma su nombre actual.
Pero es recién durante la actual gestión en la que se consigue trasladar la hemeroteca, logrando el actual vínculo entre el hall central y el patio de las palmeras, en el marco de un proyecto y obras de refuncionalización y puesta en valor del propio Pabellón Argentina.
El proyecto a mediano plazo prevé que en el Pabellón Argentina se alojen, progresivamente, todas las secretarías y áreas que dependen directamente del Rectorado, optimizando su funcionamiento y racionalizando la relación de sus dependencias físicas. Dotar de un espacio público de carácter institucional a las actividades de gestión, acorde a al carácter de ciudadanía universitaria recuperado, y producir nuevamente la conexión desde el hall al comedor.
El Patio de las Palmeras se constituye en el espacio abierto articulador del conjunto, vinculando las dependencias constitutivas del rectorado a lo largo del eje norte – sur, se prevé en un futuro próximo configurar un ingreso sur de jerarquía institucional, similar al actual ingreso norte, que permita el acceso por ese frente desde cocheras y paradas de transporte público, lo que ayudará a descomprimir la actual congestión de tránsito que se evidencia en el ingreso norte.
El Patio asume un carácter de espacio abierto y flexible. Se completan las existentes con una doble línea de nuevas palmeras que surgen de una deck de durmientes de quebracho. Este espacio funciona como un soporte para la extensión de la nueva cafetería que se ubicará entre el hall central y el patio. En el otro extremo se ubica una gran pérgola escultórica, que se ondula sobrevolando el espacio y avanzando sobre las galerías laterales, este gesto ablanda la composición cartesiana del patio original, otorgando sombra y cobijo para las personas que transitan por el lugar, además de soporte para actos institucionales y reuniones festivas al aire libre.
La atmósfera de la plaza se completa con unos chorros de agua que se proyectan desde el piso, confiriendo bienestar climático en verano y ofreciendo una agradable sensación sonora para la estancia en el lugar.
Todo el piso de baldosas original de la plaza se cambió por un solado de pórfido patagónico, que se combina con grandes piezas de granito rústico que funcionan como equipamientos informales, bancos y mesas, en la plaza.
Se reacondicionaron los patios laterales, configurándolos como ámbitos más íntimos o domésticos, a la vez que filtran los sonidos del movimiento de la plaza hacia los lugares de trabajo laterales.
La materialidad del espacio ha sido pensada con materiales austeros, que no exigen mantenimiento y de un noble envejecimiento, acordes a una obra pública duradera.
Es así que esta obra se concibe como un espacio contemporáneo y flexible que amalgama las funciones del Pabellón Argentino refuncionalizado y permite avanzar en la vinculación más fluida de los espacios que hoy se encuentran autónomos y fragmentados.