| BAQ 2012 |
| CATEGORÍA REHABILITACIÓN Y RECICLAJE |
| ARGENTINA |
| MARIANO FARACI, PEDRO RAPALO, CRISTIAN NANZER, CECILIA MACCIONI, IVÁN CASTAÑEDA |
La Universidad Nacional de Córdoba, la más antigua de Argentina y una de las primeras del continente americano es para la ciudad una pieza esencial en su dinámica económica y social. El Pabellón Argentina, actualmente sede del Rectorado, es uno de los edificios más emblemáticos de la Universidad cuya construcción comenzó en la década del ´50 durante la presidencia de Perón completándose iniciados los `60.
Durante la actual gestión en la que se consigue la recuperación de la Plaza de las Palmeras y la creación de un nuevo Café Institucional de apoyo se logra vincular, a través del hall principal, a la nueva Plaza Cuarto Centenario.
En el marco de la celebración de los 400 años de la fundación de la Universidad se trabajo en un proyecto de refuncionalización y puesta en valor del propio Pabellón Argentina, donde este nuevo espacio asume el carácter de lugar público más importante y simbólico de toda la ciudad universitaria.
El proyecto a mediano plazo prevé que en el Pabellón Argentina se alojen, progresivamente, todas las secretarías y áreas que dependen directamente del Rectorado, optimizando su funcionamiento y racionalizando la relación de sus dependencias físicas. Se trata de dotar de un espacio público de carácter institucional a las actividades de gestión y gobierno, acorde al carácter de ciudadanía universitaria recuperando y produciendo nuevamente la conexión desde el hall al comedor.
La plaza Cuarto Centenario se constituye en el espacio abierto que actúa como articulador Urbano que busca por un lado atenuar el impacto vial que genera este nodo y vincular los espacios públicos circundantes de mayor carácter, El Parque de las Tejas y la futura plaza Sur del Pabellón argentina en los ejes Norte Sur, y en los ejes Este y Oeste la plaza Marconi con la futura plaza de la Daspu.
En el Pabellón Argentina también se busca vincular internamente las dependencias constitutivas del rectorado a lo largo del eje norte – sur, en el cual se prevé en un futuro próximo configurar un ingreso sur de jerarquía institucional, similar aunque de una escala menor al actual ingreso norte, que permita el acceso por ese frente desde estacionamientos y paradas de colectivos, en función de la sistematización del trazado vial y los recorridos del transporte público masivo.
El proyecto contemplo eliminar la playa de estacionamientos existente, reubicándola en el lateral oeste del pabellón y reemplazándola por una nueva plaza institucional, de carácter público y escala colectiva.
La Plaza en tanto espacio abierto y flexible, funciona como un soporte para actos institucionales y/o reuniones festivas al aire libre, replica al hall central como espacio ferial y, además, en lo cotidiano es naturalmente lugar de encuentro. En el sector noroeste se ubica una gran pérgola lineal y escultórica, que continua la recova existente del Ingreso del Pabellón Argentina, otorgando sombra, cobijo y a la vez da escala y contención a las personas que recorren y se encuentran en el lugar.
El plano piso es tratado topográficamente, generando diversas situaciones, entre ellas un escenario – estar, haciendo accesible la totalidad del espacio. La atmósfera de la plaza se completa con unos chorros de agua que se proyectan desde el piso, confiriendo bienestar climático en verano y ofreciendo una agradable sensación sonora para la estancia.
El pavimento original se cambió por un solado de pórfido patagónico y bloques de hormigón inter-trabados. Se colocaron nuevos equipamientos y nuevas luminarias tipo farolas en todo el espacio.
La materialidad del espacio ha sido pensada con materiales austeros, que no exigen mantenimiento y de un noble envejecimiento, acordes a una obra pública duradera.
Es así que esta obra se concibe como un espacio contemporáneo y flexible que amalgama la estructura urbana del sector y permite avanzar en la vinculación más fluida de los espacios públicos que hoy se encuentran autónomos y fragmentados.
La Fachada del Pabellón Argentina se puso en valor a través de un hidrolavado y se repararon todas las fisuras y patologías de su revestimiento, como así también se recuperaron todas sus carpinterías existentes.
Mediante un sistema de iluminación de leds se procedió a resaltar toda la fachada Norte del Pabellón Argentina.
