BAQ 2014 |
CATEGORÍA REHABILITACIÓN Y RECICLAJE |
ECUADOR |
JASKRAN KALIRAI, SOFIA GALARRAGA |
En Quito, la rehabilitación se asocia generalmente con la activación de estructuras ubicadas en el Centro Histórico y cuyo valor se acepta de manera tácita. No ocurre lo mismo con el patrimonio Moderno de la ciudad, cuyas edificaciones se derrocan sin miramientos. A esta pérdida se suma el despilfarro de recursos que supone cada edificio en altura que se desaloja en nombre de la construcción de uno mejor. Conforme la migración de importantes inversiones continúa canalizándose hacia los valles orientales de la ciudad, edificios residenciales y de oficinas caen en un estado ruinoso prematuro. Es vital que Quito los renueve y recicle en lugar de descuidarlos. Este es el caso del edificio B.H.U., objeto de un Premio Ornato, cuya directiva decidió renovarlo luego de dos décadas de intenso uso, en lugar de construir una nueva sede que lo condenaría a la negligencia. La compañía había crecido y había reestructurado el organigrama organizativo de sus empresas. La nueva estructura organizativa rompió con la jerarquía original del edificio que ubicaba a los gerentes en sus altos, reasignándolos a diversas plantas abiertas y transparentes que pudieran compartir con sus equipos. Cada nivel adquirió su propia identidad mediante un manejo de color que permite unificar y separar a la vez. Esto introduce un elemento de sorpresa que se experimenta al transitar el edificio y percibir sus variaciones que rompen con la homogeneización y jerarquía de la paleta original. La rehabilitación decantó en un ambiente de trabajo estimulante que se ha traducido en mayor motivación y productividad. La compartimentación de los espacios se pulverizó y sustituyó con la flexibilidad de las plantas abiertas de instalaciones fácilmente accesibles y actualizables.