BAQ 2020
PREMIO MUNDIAL | HÁBITAT SOCIAL Y DESARROLLO
ECUADOR
AUTORES: GH+AN Arquitectos, Ing. José Zuloaga M. Arq. Alex Santander H. Arq. Darío Girón M. Arq. Gonzalo Hoyos Arq. Alex Narváez Arq. Andrés Peralvo, David Hidrobo, Ing. Felipe Aguinaga, Ing. Rubén Boada, Ing. Fernando Díaz.
Santa Rita es un asentamiento kichwa del cantón Archidona, dentro de la provincia de Napo, que configura parte del cinturón cultural y natural denominado “Eje del Cacao”. Su ubicación, conjuntamente con la riqueza natural y cultural que la define, ha permitido la intervención multidisciplinaria de arquitectos, ingenieros, antropólogos, geógrafos, historiadores, agrónomos y la comunidad del sector.
El reforzamiento de la cultura local, su preservación y mantenimiento, por medio de la recuperación de la arquitectura vernácula ha constituido la finalidad de este proyecto urbano arquitectónico con clara responsabilidad social, cultural, económica y ambiental, permitiendo la correcta valoración de la identidad de sus pobladores, como ícono y referencia para propios y ajenos.
Santa Rita responde a una organización concentrada. Esta realidad ha producido un esquema organizacional dual: la población utiliza el espacio natural como fuente de sustento (chakras) y, por otro lado, el asentamiento constituye el espacio de recogimiento y relaciones sociales.
El proyecto lee esta realidad y desarrolla un esquema funcional de actividades individuales y comunales, determinando cuatro zonas de intervención con elementos para unificar la imagen del espacio público. Las intervenciones arquitectónicas dan sentido a un sistema sostenible territorial que potencia la identidad socio-cultural, económica y ambiental mediante la dignificación espacial, recuperando las cualidades arquitectónicas tradicionales de la Amazonía ecuatoriana, sus materiales utilizados y estrategias pasivas de generación energética, configurando espacios que responden adecuadamente a las condiciones climáticas de este ecosistema antropizado.
El espacio que ocupaba la antigua casa comunal, configura un conjunto arquitectónico alrededor de un área de danzas, alrededor del cual se implanta el centro de interpretación, venta de artesanías, la casa comunal y baterías sanitarias.
El proyecto redefinió la escala y proporción de la cancha central, de manera que se configuraron una serie de espacios, nuevos y existentes. Se convierte en el epicentro de las actividades cívicas de Santa Rita y punto de encuentro de las personas que llegan al pueblo en transporte público colectivo. Está compuesto por: la escuela cuya intervención trató sus fachadas de modo que se ajusten al nuevo conjunto espacial cromático; el “coliseo”, tratado con una envolvente ligera en madera que permite un control de la vista hacia el contexto y viceversa, y condiciones de confort ambiental; iii) plaza, se edificó un espacio de recreación pasiva, de manera que sus habitantes y visitantes tengan un sitio donde recorrer y disfrutar del espacio público.
La parada de buses, ubicada en el costado nor-este de la Plaza, ha sido diseñada y construida para ser el punto de partida y llegada del transporte público colectivo. Es una gran estructura en madera que incluye en su interior un entrepiso, ofreciendo un espacio de espera y mirador. Se convierte en un espacio de refugio climático.
La Chakra (denominación quichua que se refiere a las huertas) fue intervenido como lugar de encuentro y demostración del tipo de actividades agrícolas. Se definieron tres circuitos a través de senderos que atraviesan el sitio. A lo largo del recorrido se encuentran miradores que permiten descubrir el paisaje existente.