BAQ2018 |
CATEGORÍA DISEÑO ARQUITECTÓNICO |
MÉXICO |
Autor: JOSÉ FAINSOD, HEMAA. Colaboradores: SANTIAGO HERNÁNDEZ MATOS, ALEJANDRA TORNEL, RICARD LOSRAO, CARLOS NÚÑEZ, CRISTINA ALESSI |
La vivienda se localiza en un terreno lleno de historia. Después de su adquisición se nos mostraron los planos de la que había sido la primera construcción en este terreno. Una casa diseñada por el arquitecto Augusto H. Álvarez alrededor de 1950 y cuyo estilo funcionalista de mediados de siglo en México se desplantaba con un carácter y orden contundente. Dicha construcción reconocía desde entonces la condición de privacidad que requería la vivienda cerrándose hacia la calle y abriéndose hacia al jardín en módulos ordenados de 4 metros en los que se distribuía el programa en unidades rectangulares delineadas por los ejes rectores.
Nada quedaba ya de esa primera vivienda sepultada en remodelaciones posteriores. Así que tomando esos planos originales como inspiración, nuestro diseño resulto en una propuesta simple y fuerte a la vez, recuperando el modulo y orden en 4 entre-ejes rectores de 4 metros se levanta la fachada que se vuelca al jardín que es además hacia donde viven todos los espacios principales de la casa enfocando sus vistas a los arboles originales del terreno.
Hacia la calle por necesidades de privacidad y seguridad se requería una fachada prácticamente ciega pero que deseábamos pudiera ligarse de alguna manera al orden que ya se había logrado en la modulación hacia el jardín, por lo que decidimos extender uno de los 2 módulos centrales hasta la calle creando un túnel de acceso que además, distribuye todas las circulaciones tanto verticales como horizontales. A través de este túnel ligamos ambas fachadas y generamos cohesión en las dos caras del proyecto.
El programa y los requerimientos de espacios se resolvieron en 4 niveles: Un sótano para servicios y un patio que conecta hacia el jardín. Un primer nivel donde se desarrolla la vida pública (cocina, comedor, sala – biblioteca) y que es además el nivel de accesos. Un segundo nivel para los espacios privados de la familia (sala familiar y 4 recámaras). Y por último, un tercer nivel con un espacio multifuncional.
El exterior del proyecto, se recubrió con un estuco color gris oscuro que enfatiza su condición tectónica y monolítica. En contraste con el exterior, decidimos que los interiores se recubrieran en madera de roble natural claro que suaviza el impacto del exterior y deja entrar a la casa la mayor cantidad de luz posible, haciendo que los espacios interiores se sientan muy relajados, frescos y neutrales. Las columnas redondas del interior además de ser un elemento estructural importante son un gesto de carácter que nos remite a ese funcionalismo de los años 50`s y que dividen de manera virtual los dos espacios principales de la casa que son sala y comedor.
Sorprendentemente, el gris intenso y oscuro del exterior es apenas visible desde el interior y este contraste crea un efecto particularmente interesante de noche. Al iluminarse desde el interior el volumen exterior, protagonista durante el día, desaparece para dejar ver los cuadrantes que son el escaparate de la vida familiar que sucede a lo largo de toda la casa.