BAQ 2020
PREMIO PANAMERICANO | INTERVENCIÓN EN ESPACIO PÚBLICO Y/O COLECTIVO
MEXICO
Autor/es: UNAM, FACULTAD DE ARQUITECTURA/SEDATU-PROGRAMA DE MEJORAMIENTO URBANO URBANO 2019
Este proyecto formó parte del Programa de Mejoramiento Urbano (PMU) 2019, cuyo objeto fue mejorar las condiciones de vida de las poblaciones más desfavorecidas del país, principalmente en regiones fronterizas y turísticas e históricamente afectadas por procesos de segregación urbana.
El predio destinado a su construcción ocupa una manzana completa que donada al municipio por los ejidatarios al fraccionar su terreno. Estaba abandonado y ocupado por una densa vegetación compuesta por especies nativas como el guarumbo, el tzalam, el álamo, el zapote y el ciricote. Por ello, para realzar su riqueza y valores ambientales, se conservó el medio natural restringiendo la huella construida. Como parte de esta adecuación, se incorporaron ejemplares como la ceiba para señalar accesos y el maculís para acentos de color. El diseño paisajístico incluye entradas en cada esquina y, en los remates de calles, una trotapista perimetral de trazo ondulante, conexiones peatonales y plazoletas circulares en los nodos.
Adicionalmente el parque tiene zonas con forma de redondel destinadas a actividades diversas: picnics, calistenia, juegos infantiles; junto con espacios para la caminata, el encuentro y la contemplación. Pensando en la apropiación comunitaria del parque y a la vez en la seguridad, se garantizó la permeabilidad y la transparencia visual mediante una poda de aclareo.
Para el clima costero de Quintana Roo era necesario un área sombreada bien ventilada, por lo que el salón es básicamente una plataforma con una cubierta que se airea por los cuatro lados. Este se ubica en la zona menos vegetada del parque, se accede desde una plazoleta a nivel de banqueta y, como el terreno se encuentra hundido respecto a la calle, la plazoleta y el salón actúan como mirador: de noche el edificio se convierte en un faro que visibiliza la zona afianzando el tejido social y la seguridad. El edificio de una sola planta, además del salón apto para yoga, zumba, artes marciales, etc., cuenta con diversos servicios: administración, expendio, baños, vestidores, caseta de vigilancia y bodegas; todos dispuestos en forma de cajas. La cubierta ligera de panel tipo sándwich está soportada por una armadura de acero apoyada en puntales empotrados en columnas de concreto aparente, mientras los locales de servicio, que protegen al salón en tres de sus lados, son de mampostería de block cerámico esmaltado sobre rodapiés de concreto. Parte importante del proyecto son las rejas y celosías que según el caso sirven para controlar accesos, aminorar los efectos del asoleamiento o la lluvia, y favorecer la transparencia y la ventilación cruzada.
En una de las ciudades con mayor desigualdad social, inseguridad, y de crecimiento urbano más acelerado a costa de la selva, el proyecto pone en valor la riqueza natural, al tiempo de promover actividades que benefician la salud física y emocional de los vecinos. Con el parque se busca reforzar el tejido social en torno al deporte y la recreación en contacto con la naturaleza.